De humano a Cyborg, Nail Harbisson.
En el anterior post hablábamos sobre el biohacking tecnológico, y como la noción ese futuro completamente técnico y avanzado, al cual visualizamos muy lejano, está mas presente de lo que pensamos, ya que hay científicos, profesionales y aficionados pensando constantemente en derribar los limites que el desconocimiento sobre nuestro organismo nos priva de controlar por completo nuestras emociones, sentimientos, estímulos y no nos permite optimizar nuestro cuerpo.
En esta oportunidad hablaremos sobre Nail Harbisson, artista ingles criado en España, quien nació con una patología llamada acromatopsia, que lo obliga a ver la vida en una escala de grises. En 2004, a la edad de 20 años, decide someterse a una cirugía en la cual se le implanta un dispositivo en el cráneo que le permite escuchar colores y ver sonidos, desarrollando una drásticamente novedosa forma de ver la vida, completamente diferente a la como percibía antes. Nail, en diversas notas periodísticas, menciona que la antena que le fue colocada en la cabeza asocia el color turquesa con el sonido del campanario de la iglesia que toca todas las tardes en su barrio en Barcelona. Así como sucede con los sonidos, la antena implantada en su cabeza reconoce la luz y la transmite al cerebro en forma de onda sonora, lo que seria como sentir una vibración dentro suyo que le indica los colores que el sensor absorbe, determinando un sonido para cada color existente.
Nail puede percibir mas de 300 colores, cantidad mayor que la que el ojo humano puede percibir. Seria correcto decir, entonces, que gracias a una extensión tecnológica, logro adquirir una capacidad humana, y, aun mejor, ampliarla mas allá de lo común.
La antena no es lo único que hace resaltar a Harbisson, sino que, por si fuera poco, hay un chip extra insertado en su cerebro que le permite estar conectado a Bluetooth. Este dispositivo le permite recibir imágenes que serán procesadas por su cerebro de forma directa, así como es sensible ser 'hackeado'.
"Defendemos la libertad de diseñarnos a nosotros mismos y el derecho a que estos sentidos y órganos sean así identificados y no como aparatos electrónicos”
Nail Harbisson es concebido, además, como senstronauta, ya que al conectarse a la transmisión en vivo que lleva a cabo la Estación Espacial Internacional, mediante su antena percibe al espacio con sus sentidos. Es capaz de sentir los colores del espacio, escucharlos, sin necesidad de estar físicamente presente. Puede explorar el universo mediante internet, haciendo que su antena le transmita todo lo que ve.
"Yo no llevo una antena, yo tengo una antena".
Al tener una cirugía que le permite ampliar sus sentidos, Nail se percibe como transespecie, y, además, milita este movimiento para promover el respeto, terminar con la discriminación, difundir información y defender los derechos de los cyborgs. Para esto, fundó la Fundación Cyborg, donde también ayuda a otras personas que desean, al igual que el, ampliar sus capacidades. Nail se encuentra muy al tanto de lo comentarios de gente que no cree que su cirugía sea ética, y lo ve como una amenaza a la especie humana, al desarrollo natural del cuerpo orgánico, y lo cataloga como 'anormal'. Como defensa, él compara su caso con el de la gente transgénero y sus cirugías de cambio de sexo, las cuales eran percibidas, en un principio, como una aberración medica, cuando, en realidad, se estaban vulnerando los derechos y deseos de la comunidad trans por una comunidad medica que decidió darles la espalda.
Gracias a su ardua lucha, Harbisson logro ser reconocido como cyborg por el gobierno inglés y aparece con su antena en la foto de su documentación.
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